Profilaxis

Apenas abrí la ventana lo supe.
El ambiente cambió levemente.
El viento que mueve el pensamiento, que a su vez controla la función motora, dejó entrar tus cartas, besos ajenos, y viejos cuentos.
La profilaxis se había roto.
Lo supe recién en ese momento. Nunca me había dado cuenta realmente que el mundo se mantenía feliz mientras pintaba dentro de las líneas, mientras cantaba las mismas canciones.
Nunca me había dado cuenta que era ignorantemente feliz.
La profilaxis se había roto.
Ahora todos los recuerdos entraban en una avalancha de palabras, fechas y mensajes ocultos. No había dónde esconderse. No había un modo de repararlo, que se me ocurriera. No sabía cuáles eran los pasos a seguir.
Todo tenía sentido, en su lógica, y en la truncada versión que yo entendía.
Y no era solo el ver todo ese mundo que no quería ver, lo que se colgaba de mi ánimo. Era también la impotencia que sentía frente a ese ya instalado "modo seguro" en el que me envolvía inconscientemente.
Yo quería ser libre.
Yo quería poder inspeccionar en todos los rincones, buscando historias, detalles, secretos. No andar escondiendome de unas cuantas sentencias que herían mi salvaje espiritu aventurero.
¿Es que ya estaba vedado para mí?
Pasaron instantes de inacción. De duda absoluta.
Miedo. Desolación. Inseguridad.


P.D.: I miss you so much tonight

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