Dualidad

(Percepción)

El gusto del café quemado aun no se va de mi boca. Me siento a esperar, en una baldosa fría que la información de mis sentidos llene mi mente. En el oasis verde, en medio de la ciudad, los olores dulces y frescos se mezclan con el aire helado para colocarme en un nuevo presente.
La gente pasa, distraída; la ciudad no deja de moverse. Como una película, nada se detiene a ver el cielo, excepto yo. Algunos gorriones parecen entender mi presencia, mientras cazan algunas migas de entre el pasto, que se vuelve gris con la ciudad. Algunos aun se animan a cantar, y son inmediatamente censurados por el rugir de autos, la marcha de la gente, las voces y otros ruidos.
Aun así, espero. Porque los sentidos que buscan saben encontrar, y valorar, las cosas en las que nadie más se fija. La explosión de color en la gente en movimiento, y el profundo azul, chocando el gris y el verde sucio; el aire frío, liberador, y el pino que crece a metros de mis pies; la calidez del cuerpo en los abrigos contra el frío suave de la piel expuesta; la orquesta de ruidos mecanizados, y el agua de una fuente fluyendo; el dulce aire que escapa de una panadería, y el amargo gusto que deja lo que antes sucedió.
Solo los sentidos que buscan saben encontrar la belleza de esta dualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario